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 Zhôran \"Capazul\", la historia de un joven enano. (por Edrahil)

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nadril

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MensajeTema: Zhôran "Capazul", la historia de un joven enano. (por Edrahil)   Zhôran \"Capazul\", la historia de un joven enano. (por Edrahil) Icon_minitimeMiér Oct 01, 2008 12:56 am

//Edrahil

Ah... las montañas. Un verdadero oasis de paz en el Oeste de Eriador. Lejos de los tumultos de la enloquecida Tierra Media, con sus batallas y escaramuzas, las Ered Luin se alzan como una muralla para proteger los puertos élficos junto al mar. Y en esa muralla, amigo míos, con sus tímidos reflejos azulados y sus cumbres gastadas por el paso de las edades, es dónde viven los enanos. Los enanos trabajadores y barbudos, que cantan con voz profunda y grave mientras modelan la roca sin descanso. Estas criaturas, de corta estatura pero de miembros robustos como pilares, mantienen sus moradas en las faldas de las montañas desde antes del hundimiento de Beleriand, cuando los hornos de las ciudadelas de sus antepasados abastecían de las mejores armas a todos los pueblos libres en su lucha contra el gran enemigo del Norte.
Mucho tiempo ha pasado desde aquellos días antiguos, de grandes batallas y enemistades sin sentido. Hoy los supervivientes de aquellos enanos alzan orgullosos sus ojos al cielo y dan gracias a Aulë por estar vivos y proporcionarles todo cuanto necesitan para vivir.

Y es en esta tierra bendecida por los Valar dónde nuestro protagonista vino al mundo, un hermoso bebé de 5 kilos con una hirsuta pelusilla en su, casi, lampiña barbillita y unos ojos azules fogosos que, curiosos, miraban a todos lados tratando de retenerlo todo.
Su padre, Zhûrin hijo de Fûndil, se había tirado tanto de la barba durante el parto, que el suelo a sus pies se hallaba repleto de mechones rojizos. El parto había sido largo porque el niño, tozudo incluso entonces, se negaba a salir y todas las comadronas murmuraban que si tardaba más, saldría con la barba cana del abultado vientre de su madre.
Pero Zhôran no nació anciano, ni ciego, como dijeron algunas otras, y demostró la fuerza de sus pulmones destrozando los tímpanos de la comadrona que osó cachetearle el trasero.

¿y qué ocurría en otras partes del mundo mientras? Los elfos cantaban, los hombres luchaban y los enanos construían. ¿Acaso no ha sido así siempre? ¡Ah, sí! Los pequeños hobbits... los hobbits, fieles a su costumbre, aún seguían haciendo 5 comidas diarias, porque, como dice el viejo tío Gamyi, “Un hobbit decente no puede trabajar en la huerta todo el día sin un segundo desayuno a media mañana.”
Pero más cosas ocurrían en el mundo, y una sombra antigua se movía allá dónde ninguno de estos pueblos podía verla. Y comenzó a haber problemas. Los elfos del bosque dejaron de cantar. Los humanos tuvieron que luchar contra la sombra en vez de hacerlo entre ellos. Los enanos se guarecieron tras sus murallas y fortalezas. ¿Cómo decís? ¿Los hoobits? Bueno, los hobbits siguieron comiendo y haciendo la siesta. Al fin y al cabo, son hobbits, ¿qué queríais?

Mientras tanto, nuestro saludable enano crecío con rapidez. Bueno, al menos hasta donde pueden crecer los enanos. Pero hagámosle una concesión: Zhôran era especialmente alto para ser un enano. Medir 1’52 es casi como ser un gigante entre ellos (o eso le gusta decir a él).
En fin, que Zhôran, alejado del mundo y de sus guerras, veía trabajar los brazos musculosos de su padre en la forja. El brillo de las chispas y del metal al rojo le cautivaron y no tardó en convertirse en aprendiz del maestro herrero, su propio padre.
¿Sabéis que los enanos viven mucho más tiempo que los hombres? Por eso no quiero aburriros contándoos la adolescencia de nuestro querido bruto. Brechas y travesuras aparte, Zhôran no tardó en poblar una frondosa barba de color alheña (casi del color de la caoba) y alcanzar la nada despreciable marca de 73 kilos de peso. Y no es que estuviera gordo, no. Es que los huesos de los enanos son mucho más pesados que los nuestros. De modo que nuestro amigo se convirtió en un joven enano con la sangre ardiente, curioso y deseoso de correr aventuras.
Y es aquí cuando de veras comienza nuestra historia...
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MensajeTema: Re: Zhôran \"Capazul\", la historia de un joven enano. (por Edrahil)   Zhôran \"Capazul\", la historia de un joven enano. (por Edrahil) Icon_minitimeMiér Oct 01, 2008 12:56 am

//Edrahil

Nombre: Zhôran, hijo de Zhûrin.
Cultura/raza: Enano de las Montañas Azules.
Profesion: Herrero/aventurero.
Altura: 1'52m.
Peso: 73kg.
Pelo/ojos: Caoba/Azul cobalto.
Género/edad: Varón/56.
Conducta: Desconfiado, gruñón y valiente. Tiene más al diálogo que muchos de sus hermanos. Puede ser hosco a veces.
Personalidad: Curioso, en realidad se parapeta detrás de una conducta algo hosca para protegerse, pero su buen corazón le puede más.
Motivacion: Trabajar la piedra ey el metal. Glorificar a su raza. desbaratar la amenaza del enemigo en el Norte.
Alineamiento: Neutral Bueno
Deidad: Aulë, al que llama Mahal en su idioma.
Clases: Guerrero.
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MensajeTema: Re: Zhôran \"Capazul\", la historia de un joven enano. (por Edrahil)   Zhôran \"Capazul\", la historia de un joven enano. (por Edrahil) Icon_minitimeMiér Oct 01, 2008 12:57 am

//Edrahil

LA HERMANDAD

Era otoño, amigos míos, cuando Zhôran hijo e Zhûrin llegó al poblado de Bree. Formaba parte de una expedición comercial que procedía de las Montañas Azules y jamás se había alejado tanto del hogar. La tierra de los medianos, La Comarca, le pareció hermosa y tranquila y la cerveza del dragón verde, suficientemente buena como para animarlo en su camino.
Pero fue en la tierra de Bree donde nuestro joven y robusto enano encontró un lugar más a su gusto. Con su inimitable afán comercial, en poco tiempo se dió cuenta de que, en una encrucijada que unía Norte conSur, Este con Oeste, como era aquella, las fortuna podìa sonreírle.
Después de acabar lo que había ido a hacer allí (vender pequeños productos de artesanía, hechos por su padre), decidió que sus pies estaban hechos para recorrer mundo y, si bien a menudo echaba de menos sus amadas montañas, el ambiente era pacífico y agradable en aquel lugar donde la gente pequeña y la gente grande (como los habitantes de Bree llamaban a los hobbits y a los humanos, respectivamente) vivían en armonía. Con paso decidido, con una enorme mochila a sus espaldas y un pico de hierro forjado en sus manos, Zhôran, el enano de la capucha azul, se dirigió a la mina.
Muchos sudores más tarde, nuestro enano salió de la mina ante la atónita mirada de los bueyes de carga, que envidiaban la fuerza de sus espaldas. Lleno de hollín y con las manos encallecidas, casi mata de un susto al pobre Mack, el herrero local, al chillar como un poseso cuando consiguió fundir el metal en brillantes lingotes. Frotándose las manos, sacó su martillo de herrero del fondo de la mochila y se dirigió al yunque con decisión. Meses más tarde ya superaba en el arte a cualquier herrero local con un mínimo de habilidad.
Fué por aquella época cuando unas voces le sorprendieron en plena plaza, cuando portaba mineral a la fragua. Alguien maldecía y cpataleaba els uelo tan fuerte que algunos de los habitantes susurraban aterrados ante la amenaza de algún troll perdido. Pero lejos de ser una de aquellas horribles bestias que, dicen las leyendas, devoran a los niños que se alejan de sus casas, lo que vió Zhôran era una cresta de cabellos blancos que sobresalía alrededor de un coro de niños que reían y se sostenían el estómago. Un enano furioso, con un parche que le tapaba un ojo, era el centro de atención del improvisado corro. Al parecer había pisado, sin querer, una de las bostas que los bueyes de carga habían "dejado caer" en mitad del camino. Con una gran carcajada, nuestro enano se adentró en el círculo y, con promesas de un buen par de pintas en "El Poney Pisador", consiguió apagar la ira del furibundo enano, cuya cara estaba tan roja como las cerezas del granjero Pitt, dos calles más abajo.
El enano de la cresta blanca dijo llamarse Grunfoold. No hay que ser muy listo para adivinar por qué se apodaba a sí mismo "Crestanevada". Al calor del fuego del hogar y con la panza bien llena, degustando el tercer galón de buena cerveza de Bree, contó sus aventuras y qué le traía por aquel lugar desde Erebor, la Montaña Solitaria. No es raro ver a enanos de paso por las tierras de Bree y Combe, pero es algo extraordinario encontrar a uno que resida allí por propia voluntad, ¡y lejos de las montañas! De modo que Grunfoold le preguntó a Zhôran por qué había elegido un sitio tan apestoso (en su opinión) para trabajar y vivir. En cuanto Zhôran le comunicó sus ideas. Grunfoold quedó encantado y le ofreció un acuerdo comercial en el que ambos trabajarían juntos, fundiendo, forjando y vendiendo armas y armaduras de excepcional calidad. Estaba claro que Grunfoold era un tiepo de enano muy distinto a nuestro Zhôran, pendenciero, altivo y, en labios de sus propios y mejores amigos, un absoluto bocazas. Pero sus intenciones eran buenas y no era amigo de los orcos ni los trasgos. Quizás sus método fueran un poco brutales, pero había que reconocer que eran efectivos. Para colmo, se presentó a sí mismo como un "bardo enano" y cuando empezó a cantar, juro por Eru que los parroquianos salieron disparados de la posada y el bueno de Mantecona se escondió debajo de la barra. Pero mejor no tentar al buen enano, no quisieramos que nos diera un concierto para demostrarnos su buen haber.
No bien salían por la puerta de la posada, ambos sonrientes por su nuevo acuerdo y palmeándose las espaldas, cuando casi tropiezan con un tercer enano, un tanto despistado, que miraba hacia otro lado mientras caminaba
-Jo,jo,jo!!! parece que hoy es el día de los enanos!- soltó grunfoold, evidentemente de buen humor.
-Salud, hermanos... me llamo Balin Hachatorcida.-respondió el nuevo enano, cuya cabeza calva relucía a la luz del sol.
No tuvieron más remedioq ue volver a la posada, de la cual salían en ese momento. había tanto que celebrar...
Después de unas cuantas pintas (¡casi un barril!), los tres enanos saliero por la puerta, esta vez como tres socios de la nueva compañía comercial de Bree "Las Tres Hachas". No tardaron en hacerse famosos
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MensajeTema: Re: Zhôran \"Capazul\", la historia de un joven enano. (por Edrahil)   Zhôran \"Capazul\", la historia de un joven enano. (por Edrahil) Icon_minitimeMiér Oct 01, 2008 12:57 am

//Edrahil

UN ENANO TUERTO

No es frecuente que el refugio enano de las Montañas Azules, Ered Luin como las llaman los elfos, reciba ataques enemigos, dada su localización lejana en el Oeste de la Tierra Media. Por eso es una comunidad enana próspera, si bien una mera sombra de los grandes salones que una vez hicieran famosos a los enanos de Nargothrond y Belegost.
Zhorân era ahora un enano joven y fuerte, y ansioso de aventuras. Sus ojos eran dos zafiros entre las espesas cejas de alheña y brillaban con la determinacióon y el valor que proporcionan los años de juventud. Pero durante una partida de caza, su amigo Dúnir y él fueron atacados por un gran oso pardo que apareció entre los matorrales mientras los dós enanos seguían las huellas de un corzo. Zhôran fué lanzado por los aires de un zarpazo y Dúnir quedó inerme ante el furibundo animal. Con valentía, afianzó bien los piés y balanceó su hacha de batalla, pero el rival le superaba con creces. Fue derribado y, si no hubiese sido por su amigo, quizás no hubiera podido contar la historia más tarde. Zhôran parecía haberse recuperado justo a tiempo y atacó, hacha en mano, con toda su furia. Pero nuestro enano era aún un luchador inexperto y un simple fallo, una guardia abierta, permitió al oso herido, loco de dolor, lanzar un zarpazo que apagaría la luz de su ojo izquierdo para siempre. Más tarde, cuando ambos enanos descansaban junto al enorme montón de carne y pelo, se darían cuenta de que un cepo aún colgaba de la pata del pobre animal, herido. Zhôran lloró mucho la pérdida de su ojo y así se lo contó a sus dos nuevos amigos amigos, Grunfoold y Balin, cuando los conoció en la aldea de Bree.
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MensajeTema: Re: Zhôran \"Capazul\", la historia de un joven enano. (por Edrahil)   Zhôran \"Capazul\", la historia de un joven enano. (por Edrahil) Icon_minitimeMiér Oct 01, 2008 12:57 am

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LA FORJA

Pocos elfos considerarían acogedora una forja. Bueno, pocos elfos, excepto aquellos que vivieron en Eregion en los días de la forja de los anillos del poder, supongo. Pero bueno, a lo que iba. Pocos elfos se sentirían a gusto en una forja. Todo lo contrario que los enanos. Merece la pena ver la cara de un enano azul en el preciso instante en que el metal fundido se licua formando los preciosos lingotes. Los ojos desorbitados de la emoción, la frente sudorosa, los cabellos teñidos de fuego por obra del metal al rojo. Es la emoción de un niño al abrir un regalo lo que podríamos observar en la joven tez de Zhôran si pudiésemos colarnos en su forja en ese preciso instante.
Fue este amor por crear cosas útiles lo que movió a nuestro enano a seguir los pasos de Zhûrin, apodado "Panza e Hierro". Un buen herrero, como no podía ser de otra manera, de las Montañas Azules. También descubrió nuestro amigo que fundir cobre podia ser monótono y malearlo con el martillo, demasiado fácil para su destreza. No le importaba pasar días enteros picando en la mina para conseguir el mineral necesario. Le fascinaba observar a su padre realizar todo el proceso. Pero no se le permitía trabajar el bronce o el hierro. Aún no.
Por eso cuando Zhôran vió la herrería de Mack, en Bree, supo que no volvería a las montañas hasta que no supiera trabajar el hierro.
Y a eso se dedicó. A fundir, forjar y trabajar, fundir, forjar y trabajar, desde el alba hasta la noche, endureciendo sus músculos, metiéndose en la cabezota,a martillazos si era peciso, el conociemiento necesario para trabajar el metal.
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