//Tyrael
Esgaroth, esa ciudad de hombres..., el hecho de que estuviese construida sobre un lago quizás influyese en el hecho de que le gustaba estar cerca de allí cuando estaba en esas tierras.
Ahora era algo mas respetado en la zona, recuerda al principio las caras raras de los lugareños al verle andando tranquilo por los alrededores con un lobo.
Al menos en ese momento, si bien no ha cesado su recelo, el hecho de que sea pilar de la sabiduría de su biblioteca hace que en ciertos círculos se le acepte mas y los habitantes están algo mas habituados a su presencia, si bien aun no tanto a la del lobo, ya que la presencia del druida en los alrededores denota una mayor tranquilidad en las bestias, como si se supiesen mas seguras.
Se habían visto lobos y tejones paseando juntos, bueyes y osos caminando tranquilos en armonía... definitivamente ese elfo no era muy normal...
Sentado en la posada había pedido una suculenta sopa de marisco.
Una posada acogedora en la que le gustaba parar de vez en cuando, si bien tendía a evitar el dormir allí tanto por sus precios, como por que prefería dormir en la rivera agazapado sobre un árbol meciéndose en sus ramas.
Fang esperaba fuera oculto en un cobertizo devorando una pieza de carne de venado que había cazado no hace mucho, el druida no podía hacer demasiado en ese aspecto puesto q sabia q estaba en la naturaleza del lobo cazar para alimentarse...pero al menos controlaba su temperamento en compañía de otras personas muy bien.
Se había habituado al contacto con la gente y en compañía d estas parecía un dócil perro mientras no se le molestase...
Aun así seguía receloso hacia le gente y los estudiaba...tenia muy buen olfato para los problemas...y quién podría causarlos.
Con el estomago un poco mas lleno y las ropas mas calientes y secas, Tyrael salió d la posada y tras recoger a Fang se dirigió mas al norte a Erebor en busca de noticias de un viejo amigo...
Un enano tozudo e irritable al q había acabado cogiéndole algo d cariño y aceptando sus bromas (o eso esperaba el) acerca d los animales.
Symphax se llamaba y al final se había convertido en uno mas de ellos.
Admiraba en verdad su trabajo y la destreza q ganaba cada día y confiaba en q quizás podía haber vuelto una temporada a casa... no hay q olvidar q a los enanos por muy bien q se les trate siempre preferirán sus montañas al valle d Imladris, y por otro lado en Erebor había vetas d minerales y metales q no se encontraban en las cercanías d Rivendel y de vez en cuando el enano volvía a su hogar.
Al no encontrarlo y no ser especialmente aceptado allí sin su compañía… decidió que mejor seguir su búsqueda hacia el sur...