El corazon del Bosque

//este es un post en el colaboro mucha gente y que quedo incompleto asi q lo subo todo yo como buenamente pueda y espero q lo continueis

Namo:
El norte de la Tierra Media se debate entre la vida y la muerte asaltado por hordas de Huargos ¿podran los pueblos libres encontrar la fuerza para enfrentarse a esta invasion?

Una luz brilla en Imladris... la Sombra exige la retirada de los Eldar al valle para poder arrasar con los humanos...

Si se nos teme q sea por algo... poco a poco las fuerzas se reunen en Rivendel... se empiezan a trazar estrategias... podremos sobrevivir?

Solo sabemos una cosa... no estamos solos, ni solos derrotaremos a la Sombra.
Asi como ella saca fuerzas d la manada, le demostraremos q el lazo entre los Edain y los Eldar permanece y q no nos rendiremos ante su opresion.

Solo los Valar saben como acabara todo esto pero este druida no cejara en su empeño por librarse de la sombra q asola los bosques del norte...

Las forjas del valle irradian un calor enorme... en la torre de encantamiento se ven destellos intermitentes y el movimiento es continuo en Imladris.. de todas partes llegan perdidos al valle buscando refugio y mientras tanto la sombra se mueve y el tiempo pasa...

Nos dara tiempo a prepararnos?

Elfos, humanos, enanos y hobbits trabajan sin descanso en busca de una solucion...

Featar:
La luz penetra por la ventana del Palacio de Elrond y golpea con brillante reflejo sobre una armadura, ahora es brillante pero antes manchada con sangre de interminables Huargos, arrodillado con la espada entre las manos permanece Featar Galadhrim, el sonido de una plegaria rompe el silencio.

-Oh Elbereth tu que nos despertaste con el nacimiento de las Estrellas ayuda a este tu siervo a luchar contra el mal. Que la de Valinor que antaño brillaba en los ojos de mis antepasados brille ahora en mi, no dejes que mi espada flaque, me enfrentare con honor y orgullo y que todo aquel que se oponga en mi camino y pretenda interponerse en mi destino sofra tu castigo o Elbereth,mi destino digo y eso es ...Victoria o Muerte.-

La luz de las estrellas de la noche recorre la espada del Elfo y al llegar a la empuñadura brillan con mas esplendor, la estrella blanca de la casa de los Noldor en ella tallada brilla ahora con un esplendor de gloria eterna.

El tiempo pasa y los Eldar desfallecen poco a poco... el encantamiento protector del valle se ve forzado por la sombra, extenuando a Elrond...

Si no conseguimos acabar el trabajo a tiempo.. quizas sea demasiado tarde para probar nada mas...

Desesperado Tyrael mira por la ventana d la torre d encantamiento.
7 lingotes sobre el altar recibiendo y jugando con la luz q reciben del alba

4 relucen como la luz d la luna y los otros 3 como una noche eterna salpicada d estrellas...

"esperemos q esta vez consigamos cerrar el encantamiento...
nos kedamos sin tiempo..."

Le entrega los lingotes a Hurmeg y se retira a meditar...

Tras muchisimo trabajo, bendiciones y esfuerzo...el sello parece estar casi acabado...

Con la ayuda de todos conseguimos forjar dos armas con el poder d las 3 razas...

Alma enana, piel humana y esencia elfica...

Esperemos q sean los suficientemente poderosas como para poder cerrar el encantamiento que los eldar pongamos sobre ellas y contener a la sombra...

Ahora queda solo esperar la bendicion d los valar y tener fe en el trabajo realizado y en las ilusiones depositadas...

//ahora enganchariamos con el verdadero relato del foro d Arda llamado "El fin de la Sombra o La liberacion del Norte"
esperemos q os guste

Tiempos oscuros reinaban y un presentimiento arraigo en mi corazon...
Los vientos se hacian mas frios en el valle..

Armado con mi fiel Kalthalion corri en busca de la causa d ese desasosiego..

Tras salir del valle me dirigi al vado y alli encontre a Hurmeg y Hassasin cruzandolo con cara d haber visto al mismisimo Morgoth.

La Sombra habia vuelto.. pero el vado tenia algun poder sobre ella.
No podia pasar.

Sabedores de que no tardaria en encontrarun modo de cruzarlo avanzamos hacia el valle...la hora se acercaba y aquello para lo que habiamos estado trabajando tanto debia completarse...

Pero Hurmeg no estaba bien... la vision de ese mal le tenia perturbado.
No parecia el mismo, un temor y una desesperanza impropios d el...

La Sombra lo habia dañado pues un reflejo d ella se veia en sus ojos.

Confiando en que los brebajes q le prepare a Taurener para sanarle de un mal parecido tuviesen el mismo efecto en el, rogue a los Valar y le ofreci un frasco... al tomarselo una suave brisa nos envolvio... parpadeando parecio volver en si...y nos adentramos en el valle.

La espada debia ser acabada y el mal erradicado.

No podiamos acabar con la sombra solos. Desesperados buscamos a los siervos d Elbereth... mas no habia forma d encontrarlos en esa hora oscura.. Elenwe se encontraba en el lejano sur...y las damas Elenthil y Virmad no apoarecian..cuando d repente cai en la cuenta.

*palmada en la frente*

En Imladris no estabamos desprovistos d siervos d los Valar..
Celith el sanador!

El me guiaria en el arduo proceso q nos kedaba.. Partimos hacia la torre y en el camino tuvimos la gracia d encontrar a Elenthil.
Juntos los 3 podriamos intentar rogar a los valar por la salvacion del Norte.

Celith bendijo el agua del estanke, y mientras la Dama Elenthil rogaba, y mientras sus canticos llenaban el lugar empezamos nuestro ruego..

Un ruego por la salvacion d todos los pueblos libres, bajo el yugo d la sombra.. pero sobretodo un ruego por la vida, oculta tras su estela y el frio invierno.

Pero la Sombra no descansaba...intento entrar en la torre pues debia percibir las energias q alli se concentraban.

Hurmeg logro sellar la puerta.. y nos dio el tiempo sufiecinte para conseguir acabar la plegaria..

El ecantamiento estaba sellado.
Con esa espada lograriamos contener a la sombra..

Un haz de luz ilumino la sala y se fue concentrando poco a poco en la fuente hasta hundirse por completo en la espada..

Con mano firme la empuñe en el estanque y salio distinta...la vida corria por cada molecula d la espada...
Un instrumento digno del mas valiente de los guerreros..

Humildemente la tome y se la otorgue a aquel q seria nuestro paladin en esta hora oscura.
Le hice entrega del Corazon del Bosque a Hurmeg de Gondor.. Hurmeg Paladin del Norte.

Armados con la espada nuestro espiritu se lleno d calma...
Los valar nos habian otorgado un magnifico don,
nos apresuramos a palacio para prepararnos para la batalla...

Alli algo ocurrio mientras el druida meditaba...

Listo para la batalla esperaba a sus compañeros junto a la fuente
cuando un susurro le llego d las ondas en el agua.
Concentrado miro absorto la fina superficie del agua,
y una imagen tomo forma.

Unos ojos penetrantes le miraban desde el fondo del estanque..

"Busca la luz amigo.. porq hasta la luz mas pequeña puede iluminar la oscuridad mas profunda"

La voz d Elenwe llegaba alta y clara a sus oidos, aunque no sabia decir de donde provenia.

Elenwe:
Libros, pergaminos, escritos de todo tipo con saber y conocimiento antiguo contenido en unos papeles que pocos podian leer adornaban la estancia distribuidos en sillas y mesas improvisadas, tumbado en la cama convaleciente de multiples heridas Elenwë Faina meditaba en silencio, su mente repasaba una y otra vez todo aquello que habia averiguado sobre el mal que acechaba en el norte, imposibilitado para viajar esperaba que la ayuda enviada bastase para inclinar la balanza en la lucha.

Abrio los ojos y miro hacia la mesa, en ella unos libros bellamente encuadernados ocupaban un rincon, Elenwë suspiro, ya era tarde para enviar mas, esperaba que Elenthil pudiera hacer uso de los que habia enviado.

Cerro los ojos de nuevo y se concentro, una imagen se formo en su mente, una figura vestida con ropajes oscuros, el aroma del bosque le envolvia, sus facciones poco a poco se volvieron mas nitidas.

- "Tyrael, amigo mio, recuerda, hasta la luz mas pequeña puede iluminar la oscuridad mas profunda"

La imagen se desvanecio y Elenwë se derrumbo agotado sobre la cama, sus exiguas fuerzas le abandonaban, no podia hacer mas, ahora todo dependia de ellos.

Elenthil:
Sentada en el borde de la cama, sobre colcha de terciopelo acogiendo sus manos. Observa la armadura, a unos metros de ella, inmaculada y resguardada en la cómoda que ahora se hallaba abierta.

Pero su mirada torna en otra dirección distraída, mientras su ser, cual espíritu que lleva el viento, siente la necesidad de asomarse por el ventanal de la habitación de nuevo. Pierde la mirada en la lejanía y un mar de pensamientos inundan su mente. Recuerda cada palabra de los sabios que esos días estudiaban la difícil situación en palacio, hablando del poder de la luz y el poder de la oscuridad...

...La luz...

Se estremece.

La luz la hacía pensar en aquellos más cercanos a su corazón y que hora se hallaban lejos mientras, en la impotencia de la incertidumbre, Elenthil no podía dejar de pensar en ellos. Allí no estaba Anerion para hacerla reír y borrar el triste sentimiento, ni Elenwe sabio entre sabios cuando más necesitaba de su consejo, ni la sonrisa de Leyanwe la llenaría de paz una vez más. "¿Dónde estarán ahora?.¿Estarán bien?" El deseo de volver a verlos es tan fuerte que casi puede olvidar que el tiempo sigue transcurriendo, que no puede detenerse y que en otra sala de palacio todo el mundo espera a los más rezagados.

Una llamada a su puerta la hace salir de sus pensamientos, mira en dirección a la puerta que suena y da paso sin saber quién pueda ser aquella inesperada visita.

Era Fíndaro, uno de los nobles de palacio que traía algo para Elenthil, pero ¿qué podía ser?. Un paquete llegado de la Ciudad Blanca, pero.. ¿de quién?.

De nuevo sola en su aposento contemplaba incrédula los preciosos manuscritos que contenía el paquete. Casi podía oler el perfume del creador mientras en consuelo los abrazaba como si él estuviera en la estancia. - Elenwe - una cálida y dulce voz lo nombra - sabía que estarías aquí, a nuestro lado.

Busca atenta el mensaje del animista mientras piensa de nuevo en las palabras de los otros sabios. La nota dedicada de Elenwe confirmaba lo que ya creían: “Hasta la luz mas pequeña puede iluminar la oscuridad mas profunda”.

Todo estaba dispuesto, el camino era claro y no existía cabida para la duda. Ahora la elfa cierra la puerta de su habitación decidida, cabeza alta, gesto sereno en su rostro con invisible sonrisa y portando esa inmaculada armadura, armas y escritos dispuesta para la batalla final.

<<Esta vez la luz brillará tan alto que la sombra se verá acorralada desde abajo, ahogándose en luminoso rayo de Elbereth, Reina de reinas, hacedora de las estrellas, guía, mano, fuerza... mi ser.>>

Nos reunimos frente a la fuente...
Elenthil vino con una gran sonrisa y un paquete entre sus brazos.

Decididos, marchamos a hacer frente al mal q nos esperaba.
Bajo la bendicion d los valar y con nuestras esperanzas puestas en los dones otorgados partimos del Valle.

La oscuridad era enorme mas alla de los limites del poder de los Eldar pero no habia miedo en nuestros corazones.

Tras avanzar un poco con paso firme en ese mar d sombras encontramos dos ojos rojos.. un huargo solitario.

Nos estaba esperando? Acaso vigilando?

Acabamos con el rapidamente e hicimos frente a lo q se nos avecinaba.
Cientos d voces aullaban en la oscuridad del bosque, donde la negrura era absoluta.

La oscuridad se cernia sobre nosotros asi q saque a mi fiel arco Kalthalion y coloque una azulada flecha d punta d cristal helado.
Invocando a Elbereth la punta estallo en llamas blancas y la lance a esa horrible oscuridad.

Un camino parecio abrirse rapidamente pues la flecha atravesaba esa oscuridad firme y rauda.

Aprovechamos el paso y nos adentramos comprobando q se habia formado un claro en la zona donde sa clavo la luminosa flecha.
Convocamos a la Sombra pero ante esa luz se adentro mas en el bosque... nos temia? o era solo una trampa?

Flecha a flecha, avanzamos y la oscuridad se erguia amenazadora en torno nuestro..

Veloces volaban mis flechas creando sendas y lugares seguros alli donde se clavaban.
Alto subia el canto d Elenthil mientras entonaba las odas de esos dorados volumenes...

Algunos huargos nos atacaban mientras avanzabamos entere claro y claro hasta q llegamos a una zona donde la oscuridad se hizo mayor..

Numerosos murmullos nos alertaron d q nos estaban rodeando.. en efecto eso seguramente acabaria en una muerte segura...

Sin dudarlo dos veces, clavé 5 flechas benditas en torno nuestro.
El circulo d luz creado parecia contener a los cientos d ojos q se veian en las sombras.

Furiosos aullaban palabras ininteligibles..pero el mensaje estaba claro... MUERTE

Conseguimos invocar al mal del norte.

Sombra.

Aquel que trae el frio y la desolacion.

Se acerco entre aullidos a las lindes del circulo d luz...

ojancano:
Y alli en mitad de la oscuridad me encontraba yo. Un enano junto a un humano y dos elfos, enfrentandonos a La Sombra. En ese momento me pregunte en mis adentros, ¿como diablos habia acabado en esa situación?....oh, si, si que lo sabia.....Por ese maldito pies de Rata llamado Tilderin Tuk *gruñe* cuando le vea le voy a afeitar esos pies lanudos....si es que habia una proxima vez.
El gran Huargo nos miraba desde fuera del circulo deleitandose con nuestra presencia.
Suspire y me encomende a mi señor Aulë, pues mucho me temia que pronto su fuerte mano me llevaria a su presencia.
Pase varias veces mi hacha de mano a mano para sentir su peso y espere con impaciencia el comienzo de la Lucha. Vendere cara mi Barba *gruñe*
Esta vez no huire como la primera vez que me encontre con esa Bestia, esta vez lucho con ...amigos, sin duda y eso me da valor y fuerzas. Y si mi vida tengo que dar para detener a La Sombra, dispuesto estoy a darla. O tu o yo Sombra, uno de los dos abandonara esta vida hoy. Y a mi me queda mucha cerveza por beber *Gruñe*
Y entonces La Sombra........