Parte II: Los Maiar en Arda.
Además, en la historia de la Tierra Media, muchos son los Maiar que han jugado un papel relevante en el desarrollo de los acontecimientos, inclinando la balanza del lado del bien o del mal según sus propósitos o los de aquel a quien sirvieran.
La primera de esta orden a quien hacen referencia antiguas leyendas de los tiempos de la Primera Edad es la doncella Melian, que servía a las Valier Vána y Estë y vivió también en Lórien cuidando de los jardines de Irmo. La historia de Melian no tiene precedentes ni tampoco se dio en el futuro otro caso igual al suyo, pues quizás sea la nota más característica de su vida el hecho de su unión con un Elfo, el Rey de los Teleri, Elwë, unión por la cual el mundo de los Elfos (y también el de los Hombres, como se entenderá más adelante) tiene algo de sobrenatural, pues la raza de Melian es anterior al mundo de los Hijos de Ilúvatar. La importancia de Melian se debe no sólo a la peculiaridad de su procedencia y sus extraordinarias cualidades personales sino que, además, es conocida como esposa del rey Elwë, llamado Thingol, y como madre de Lúthien Tinúviel, la doncella élfica más hermosa de todas cuantas existieron en Arda. La leyenda de Thingol y Melian se relatará en otra ocasión.
Del lado opuesto al de Melian, como servidor del Mal, uno ha existido más grande que todos los que le siguieron corrompidos también como él, pero de ellos este Maia fue el más poderoso, pues su unión con el Mal se fraguó en el principio de los tiempos cuando, siendo servidor del Vala Aulë, renegó de su amo para unirse al Enemigo Oscuro, Melkor. Este Maia, cuya historia está ceñida desde sus inicios al destino de la Tierra Media, recibe el nombre de Sauron.
Otros Maiar que fueron corrompidos por las malas artes de este poderoso sirviente del Mal fueron muy probablemente los Magos Azules, dos de los Istari enviados por los Valar para luchar contra Sauron. Junto a estos, otro Istari de mayor rango cayó también, en parte por las mentiras de Sauron y también por su propia codicia y ésta ocasionó igualmente grandes daños a Arda en su tiempo y recibe el nombre de Saruman.
Aunque la influencia de Radagast en la historia de Arda no fue relevante, también este Istari se encuentra entre los Maiar mencionados en las leyendas de la Tercera Edad. Pero más importante que éste, el nombre de Gandalf (Olórin) representa la opción contrapuesta a la del Maia Sauron, puesto que siempre permaneció en el lado del bien, fue fiel a su señor y arriesgó su vida hasta más allá de la muerte por luchar contra Sauron junto a los pueblos de Arda para defender la libertad de los Hijos de Ilúvatar.
Además de los Istari, otro Maia habita en la Tierra Media que, pese a ser desconocido por muchos y no tener gran relevancia en la historia de los destinos de las gentes de Arda, su importancia radica, sin embargo, en su peculiaridad. Mucho se ha discutido acerca de este excepcional personaje, antiguo como la misma Tierra, único en sus costumbres, original en su personalidad y, sobre todo, poseedor de una cualidad que en ninguno otro se haya: el Anillo forjado por Sauron no le afecta lo más mínimo. Se ha discutido mucho sobre la razón de esta indiferencia ante un objeto cuyo destino afecta profundamente a todo un mundo; muchos opinan que se trata de un ser incorruptible por el poder a quien no le interesan en absoluto los asuntos mundanos y cuyo espíritu, sin embargo, debe ser superior al del creador del Anillo. Sea como fuere y a pesar de las distintas interpretaciones, parece ser que J.R.R. Tolkien lo concibió como Maia. Este maravilloso personaje se hace llamar Tom Bombadil y podemos suponer, por tanto, que su compañera desde el principio de los tiempos, Baya de Oro, también lo es.
- Por Ithilnen -